Párate con los pies separados y con los brazos colgando a cada lado del cuerpo. Mientras cantas, inclina tu cuerpo de un lado al otro al ritmo de la canción, cambiando tu peso de un pie al otro (el cuerpo debe permanecer derecho; evitar balancearse desde las caderas).
Párate con los pies ligeramente separados, y con los brazos levemente llevados hacia atrás, en una posición listos para «sacudir el pañuelo». Mientras cantas, balancea los brazos hacia adelante y hacia atrás al tiempo de la canción, con más energía y ganando impulso con cada “sacudida”. Flexiona tus rodillas y balanceate en tus pies para ayudar al movimiento. Este movimiento alcanza su punto máximo al final de la canción, cuando deberás saltar con el impulso de los brazos y agacharte al caer.
Párate con los pies ligeramente separados y las manos en las caderas, con una postura «de confianza«. Pon un libro pequeño sobre tu cabeza. Agáchate, y luego levantate otra vez, tomándote tu tiempo para no dejar caer el libro. (Repite el proceso varias veces). Tendrás éxito en este ejercicio si mantienes tu tronco derecho y apoyado por las caderas.
Párate con los pies ligeramente separados, y con los brazos al lado de tu cuerpo. Balancea tu brazo derecho de izquierda a derecha, aumentando el movimiento cada vez mas hasta que el brazo haga un círculo completo. Practícalo con el brazo izquierdo, y luego hazlo con los dos al mismo tiempo. Los brazos siempre deben moverse libremente, y los hombros no se deben tensar.
Siéntate en una silla con los pies en el suelo y ligeramente separados. Apoya los codos en las rodillas, asegurando firmemente la posición de los hombros y relajando el estómago. Apoya la barbilla en la palma de las manos. Respira tranquila y suavemente. Mientras inhalas, siente como la barriga se infla.
Párate con los pies separados. Sostén tus brazos al frente de tu cuerpo, al nivel de la cadera, y pon tus manos en un enorme globo imaginario, inflado solamente hasta la mitad.
Párate con los pies separados y levanta los brazos. Deja caer los dedos, las manos, los brazos, los antebrazos, y finalmente la cabeza, uno después del otro. (Los dedos se doblan hacia adentro, las manos se doblan desde las muñecas, los brazos desde los hombros, y los antebrazos desde los codos. La cabeza se deja caer como si te estuvieses durmiendo poco a poco.)
Pon tus brazos al frente de tu cuerpo, con los codos ligeramente flexionados, e inclínalos hacia adentro hasta que las manos se encuentren. Mientras cantas, los brazos rebotan continua y métricamente:
Párate con los pies separados, inclinando el tronco ligeramente hacia adelante, con los brazos colgando libremente.
Párate con los pies separados, los brazos al lado de tu cuerpo. Levanta el brazo iquierdo con la palma de la mano mirando hacia tí, y dejalo «volar» hacia abajo hasta que el codo aterrize en la palma de la mano derecha («el nido»), la cual estará al frente de tu cuerpo. Siente el peso del brazo izuierdo en tu mano derecha.
Párate con los pies separados y los brazos al lado de tu cuerpo.
El movimiento de la «grúa» puede ser dirigido con el antebrazo (llevándolo a la altura del pecho) y el brazo (permitiendo que se eleve por encima de la cabeza, y que se mueva en todas las direcciones).
Párate con los pies separados y mantén una postura alerta y activa durante todo el ejercicio. Extiende los braos a un costado, bien derechos, con los músculos felxionados (el avión). Al relajar la tensión de los músculos de la espalda y la articulación del codo, la mano y el brazo se hunden e inclinan en el aire (el pájaro).
Sostén tus brazos frente a tu cuerpo, a la altura del pecho. Coloca tus manos de tal forma que las yemas de los dedos de la mano derecha se junten con las de la izquierda. Para este ejercicio deberás cantar una canción, ritmo, o rima. En la primera línea o compás, todos los dedos se deben tocar. Cuando cantes la segunda línea o compás, separa todos los dedos, excepto los índices; este proceso lo debes repetir para todos los dedos (tercera línea-dedo medio, cuarta línea-anular, quinta línea-meñique). Asegúrate de siempre tener las manos relajadas y en forma de arco.
Coloca tus brazos relajados a los lados del cuerpo. En la primera línea de la canción, los dedos aprietan contra la palma de la mano. A continuación, los pulgares de ambas manos marcan y seleccionan el siguiente dedo, tocándolo. Los brazos se elevan y se acercan el uno al otro, tocándose las yemas de los dedos, así como en la forma básica del ejercicio.
Sostén el brazo derecho a la altura del pecho, y asegúrate de tener el brazo y la mano sueltos y relajados. Repetidamente, toca la punta del pulgar con el dedo medio (relajado). A un punto del ejercicio, sostén la posición en la que los dedos se tocan. Gira el brazo para que la mano quede viendo hacia arriba; los dedos se encogerán un poco debido a la nueva posición, y volverán a su forma estirada y relajada cuando devuelvas el brazo a su posición original. Alterna las dos posiciones del brazo, y siente el cambio de posición de la mano y los dedos.
Con los brazos extendidos hacia adelante, pero relajados, haz lo siguiente con ambas manos al mismo tiempo:
Durante cada paso deberás decir: 1- Uno, dos, tres, cuatro. 2- Cuatro, cuatro, cuatro. 3- Cuatro, tres, dos, uno. 4- Cuatro, cuatro, cuatro.
Sostén los brazos relajados frente a tu cuerpo. Luego, coloca el dedo índice de la mano derecha sobre el dedo índice de la mano izquierda.
Pon las manos en forma de gancho y engánchalas al frente de tu cuerpo (las manos en direcciones opuestas y los pulgares libres). Para este ejercicio deberás cantar una canción, ritmo, o rima corta. En la primera mitad de la canción, la mano izquierda debe estar arriba, y en la segunda mitad, la derecha.